Hay quien ama hacer regalos. Hay quien lo odia. Sobre todo, cuando se juntan muchas ocasiones diferentes en las que regalar, la inspiración se puede acabar. Pero stop preocupaciones. Os traigo montones de ideas de regalos originales para amantes del yoga, del mindfulness y del estilo de vida consciente en general. ¡Espero que os guste!
Antes de empezar, comentaros que esta es una edición actualizada con mis ideas de regalos (o auto-regalos) para 2019. Pero, tenéis más inspiración disponible en el post del año pasado 😉
Soy una auténtica acumuladora de libros, me encantan. Quizás por eso, para mí, un libro es perfecto para salir del apuro cuando no se sabe qué regalar. Además de la ficción (de la que, como veréis, prescindo este año), hay multitud de guías y manuales que pueden resultar súper útiles.
Para una persona que hace yoga, regalar un manual de yoga puede ser una forma de complementar su práctica tanto en la dimensión física como en la espiritual. Este año, me he centrado mucho en este tipo de publicaciones, así que no podía más que reflejarlo en mis recomendaciones para este 2019 ??♀️
Las Claves del Yoga sería un regalo perfecto para cualquier persona que quiera iniciarse en los principios más espirituales y filosóficos del Yoga de forma clara y sencilla. Y digo Yoga con mayúscula, entendido como una escuela de pensamiento en la que, por supuesto, entra la vertiente física del Asana, pero sólo es una parte del libro.
Para practicantes estudiosos o incluso profesores, el Hatha Yoga Pradipika es un libro difícil de encontrar (y más todavía en español) por lo que puede convertirse en la nueva joyita de su biblioteca si encontráis un ejemplar por un precio razonable. Después de leerme los Yoga Sutras de Patañjali, le tengo muchas ganas a este otro texto fundacional. Sin embargo, no dudo que se trata de una obra complicada, así que la recomiendo sólo si sabéis que el receptor es amigo de los retos y/o bastante friki ?
Otro buen regalo para maestros de yoga, o practicantes con interés de profundizar, podría ser la fantástica guía de adaptaciones Iyengar del Dr. Eyal Shifroni. Es 100% recomendable, me la regalaron por mi cumpleaños y estoy encantada. Lamentablemente, sólo el primer tomo está en español, aunque espero que pronto hagan más traducciones. En esta misma línea, insisto con los libros del Dr. Ray Long, no tienen desperdicio. Estaban desde hace mil años en mi wishlist y finalmente, me regalaron el primer tomo en el amigo invisible las Navidades pasadas y lo adoro. Cualquiera de estos dos son una fucking maravilla.
Para yoguis que lidien tradicionalmente con el dolor (ya sea por lesiones o patologías varias), os recomiendo el muy muy interesante Los valores terapéuticos del yoga, en el que se habla del dolor y de cómo tratarlo con mediante la práctica del yoga.
Para los entusiastas del mindfulness y el crecimiento personal, claramente, os recomiendo The Laws of Spirit (podéis leer más sobre este libro en los dos posts que le dediqué aquí y aquí). Y, como parte de mi wishlist, tengo el mítico libro de Kabat-Zinn, creador del término mindfulness.
Encuéntralos:
Me gusta la ropa, para qué engañar a nadie. Y a mucha gente, también le gusta la ropa. Entonces, ¿por qué no regalarla? La ropa de yoga se puede utilizar no sólo para hacer yoga, sino para hacer muchos otros tipos de ejercicio físico, con lo cual, es fácil de amortizar. Y encima hoy en día hacen ropa monísima que actualmente está dentro de mis vicios locos.
Este año, descubrí la marca Liquido Active que, si bien es algo cara, hacen descuentos locos a lo largo del año. Así que es buena seguirla en Instagram para estar al tanto y aprovechar para comprar. Ojo, también tienen ropa deportiva de niño. Osea que tomad nota para las mamás yoguinis: regalar ropa a juego ?
Los que me conocéis, sabréis que soy incondicional de Shambhala Barcelona. Me encantan, aunque últimamente les ha dado por hacer unos tops muy poco favorecedores para mis mollas axilares (sí, mis brazos son uno de mis traumas). Pero vaya, los precios son muy asequiables, es marca española y por cada compra, donan 1€ a la unidad de Cáncer Pediátrico del hospital Sant Joan de Deu (eso es lo que dicen en las etiquetas a día de hoy, pero no he encontrado más al respecto en la web). En particular, me encantaron los pantalones Purusha, que son más parecidos a los tradicionales pantalones de yoga. Tanto, que me los compré, y estoy encantada, son comodísimos, y os los dejo abajo, pero os invito a que echéis un vistazo porque tienen cosas monísimas.
Y, bueno, por último pero no por ello lo peor, Decathlon. Oye, es que me encanta la ropa de yoga del Decathlon, amigos. Es COMODÍSIMA. Especialmente, la línea sin costuras de la que soy propietaria de un conjunto que ador (y probablemente repetiría, si mi novio no me amenazara con irse de casa si compro más ropa ?).
Os pongo algunos conjuntos de cada marca para que veáis el espíritu.
Encuéntralos:
Como comenté el año pasado, no me parece una buena idea regalar esterillas de yoga, ya que son un artículo bastante personal. A no ser, claro está, que la persona os diga qué esterilla quiere exactamente. Pero en ese caso, no creo que necesitarais estar aquí ?
En el post del año pasado, os propuse muchos accesorios para complementar la práctica de yoga físico. Por eso, este año, además os propongo varios regalos zen para complementar la práctica más mental del yoga: la meditación.
Para una correcta posición sentada, la más recurrente durante la meditación, resulta, casi diría yo imprescindible, levantar un poco las caderas para no sacrificar la curva lumbar. Esto puede hacerse sentándose encima de uno o dos bloques de yoga, sin embargo, para gente que medita a menudo, no estaría de más invertir en un cojín de meditación o zafú. Aunque, otra opción más apañada, es invertir en un bolster, sobre el que uno se podría sentar, pero que también sirve para adaptar los asanas en su versión más restaurativa. Osea que 2 x 1. Se trata de un dilema loco que tengo, pero yo creo que al final optaré por auto-regalarme un bolster en algún momento de mi vida.
Para crear un ambiente propicio para la meditación, se puede optar por un bonito difusor de esencias (que también hace las veces de humidificador) con un set de aceites esenciales, o un cuenco tibetano, que es lo más. Además, esto puede ser un buen regalo para profesores de yoga ya que los podrán incorporar en sus clases. Un set de gemas o piedras pueden ser otro regalo original para decorar el espacio de meditación y que, también, pueden dar pie a meditaciones diferentes (chakras o energías particulares). Esto también se puede conseguir con una vela, en la que además de ambiente u olor, se puede practicar el Trataka.
Para ayudar a la concentración durante la meditación, una mala puede ser útil para contar las respiraciones o las repeticiones de mantras o cánticos OM, por ejemplo. Hay malas preciosas de un montón de materiales. Yo os dejo abajo una de piedras (que también se puede jugar con el significado de las mismas) y una de semillas de rudraksha, que son con las que tradicionalmente se hacían las malas.