Seguimos la serie de estilos de yoga. Hoy te cuento todas las características y particularidades del estilo Vinyasa Yoga, también conocido como Vinyasa Flow. ¡Vamos allá!
Del mismo que el Hatha Yoga es la raíz del yoga físico clásico, podría decirse que el Vinyasa Yoga es la raíz del yoga físico moderno. Aunque es el origen de muchos otros estilos de yoga físico muy conocidos, también se sigue practicando por sí solo.
La palabra sánscrita vinyāsa hace referencia a una transición suave entre asanas. Generalmente, estas transiciones se hacen acompañadas por la respiración de forma que se pasa de una postura a otra de forma fluida.
Es decir, mientras que en el Hatha Yoga puro se realiza cada postura de forma individual (se entra, se mantiene, se sale), en el Vinyasa Yoga las posturas se van enlazando unas con otras en un flujo que puede durar varios minutos.
Por esto, hoy en día, se llama Vinyasa Yoga a la práctica de yoga físico en la que se fusiona movimiento con respiración en las transiciones entre asanas. Sin embargo, muchos otros estilos beben de aquí incorporando otras particularidades propias que veremos más adelante.
Actualmente, se usa la palabra Vinyasa también como sinécdoque. Durante la práctica, se puede referir a «un vinyasa» como el flujo entre las posturas de: Plancha – Ocho puntos de apoyo / Chaturanga – Cobra / Perro boca arriba – Perro boca abajo.
El origen de este estilo de yoga podemos encontrarlo en las enseñanzas de Tirumalai Krishnamacharya, estudioso de los Vedas, maestro de yoga y practicante de Ayurveda. Puede que os suene el nombre ya que fue cuñado y gurú de B.K.S. Iyengar.
Durante sus años de estudio a finales del s. XIX, T.K (llamémosle así para abreviar, si me lo permitís) estuvo recluído en varios monasterios y viviendo de forma austera. En uno de esos monasterios, se dice que tuvo acceso a un texto antiguo (actualmente, desaparecido) en el que se describían series de asanas combinadas con la respiración.
Aunque T.K había empezado estudiando y enseñando Hatha Yoga, se vio impactado por este enfoque y empezó a explorarlo más en profundidad en sus enseñanzas. T.K transmitió el contenido de este texto a sus discípulos de forma oral. Entre ellos, al famoso Pattabhi Jois, quien más tarde fuera padre del Ashtanga Yoga (ojo, el estilo de yoga físico, no el sistema de yoga mental).
Cabe señalar que T.K fue muy apoyado por los gobernantes locales de Mysore, y gracias a esto, desde principios de los años 30 regentó una escuela donde podía enseñar el yoga físico a multitud de alumnos (entre los que, dicho sea de paso, era conocido por su dureza y severidad). Dichos gobernantes solían recibir exhibiciones por parte de los alumnos, lo que fue el comienzo de la concepción del yoga físico como una forma de ejercicio físico desvinculado de su faceta espiritual, tal y como muchas veces se entiende hoy en día.
T.K entendía el Vinyasa Yoga o Viniyoga como un enfoque experimental, en el que las transiciones eran variables y creadas en función de las características de sus alumnos. Dichas transiciones no eran fijas ni eran las mismas para todos los practicantes.
¡Cuéntame!
¿Has probado el Vinyasa Yoga? Personalmente, no creo que sea una opción apropiada para totales principiantes, pero a mí me gusta mucho (aunque, sinceramente, tardé varios años en aprender a apreciarlo). ¿Te animarás a probarlo? Me interesa saber tu opinión 😉
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